Comisión de Economía Carta abierta Buenos Aires

1Nov/080

PONENCIA: LO AGROPECUARIO

LO AGROPECUARIO

En el marco del Estado, el Mercado y una justa distribución de la riqueza

Ponencia de la Subcomisión Agropecuaria, Comisión de Economía-Carta Abierta

Expone: Ing.Agr. Juan Carlos Pavoni

 

ENCUADRE GENERAL DE LO ECONOMICO EN CARTA ABIERTA:

 

Carta Abierta ha declarado que “Sin Estado no hay Nación”. Queda implícito que se aspira a un Estado definitivamente eficaz y eficiente, al servicio de una Nación que nos incluya a todos.

            Aceptemos que, cuando nos referimos al Mercado no lo estamos haciendo como ordenador de las relaciones entre los diferentes actores que lo conforman, sino como simple espacio donde los mismos se relacionan al amparo de un contrato social y una normativa estatal que, bajo ningún aspecto, habilita  el ejercicio de poder desde la mayor dimensión de unos sobre la menor de otros, sino del respeto a una relación impregnada de la mayor equidad y justicia.

         Un Estado que pretenda ser regulador de las relaciones entre los diferentes actores del mercado y árbitro de las inequidades que el capitalismo introduce entre los actores más poderosos y los más débiles del mismo, debe ser necesariamente poderoso y competente en su tarea.

ENCUADRE PARTICULAR DE LO AGROPECUARIO:

I. La Coyuntura de las RETENCIONES

         Nos corresponde referirnos a como deberían ser esas relaciones en la problemática agropecuaria de la Argentina actual. Partamos de la obviedad de reconocer que la estrategia macroeconómica condiciona las regulaciones sectoriales y bajo ese simple principio, la producción agropecuaria pampeana -insertada en el sistema generador de commodities con destino compartido entre el consumo interno y la exportación - debe contemplar una adecuada rentabilidad para la producción, pero resignar el plus que por la vía de la renta extraordinaria, el precio internacional otorgaría injustamente a los tierrausuarios argentinos.

         Es deber del Estado –y tiene toda la competencia para hacerlo- intervenir en la regulación del precio interno de los productos agropecuarios que componen la canasta básica de alimentos (CBA), para facilitar a toda la población el acceso a los mismos. A tal fin,  las retenciones constituyen una herramienta fundamental. En la medida que se regula el precio de exportación de los productos que dan lugar a aquellos de la CBA, se desacopla el precio internacional con respecto al mercado interno y ello actúa como mecanismo de subsidio para esos bienes salario.

         La magnitud del conflicto confrontativo generado por lo que se autoreferenció como “el Campo” argentino, nos obliga a su consideración, en la medida que el mismo aún no está cerrado.

Inmediatamente después de abandonado el 1 a 1 e implementada la política de dólar sobrevaluado, con lo cual se proponía recuperar un aparato industrial totalmente destruido por el conservadurismo menemista/delaruista, era obvio que la promoción industrial corría paralelamente a la generación de rentas extraordinarias para nuestra producción primaria, entre ellas la más importante, la agrícola, ganadera y agroindustrial. La plataforma de lanzamiento de los derechos de exportación, fue entonces una herramienta de política económica para corregir las asimetrías provocadas por una política macroeconómica, con la cual se optaba para salir de la crisis de la convertibilidad y que el paso del tiempo mostró como absolutamente acertada. A pesar de tal propósito -largamente explicitado por el gobierno nacional y diversos referentes sociales- durante 120 días, la soberanía alimentaria de nuestra población, habitante de un país que se ubica en una posición privilegiada en el mundo, por su capacidad actual y potencial para producir alimentos, quedó inmersa en el encarecimiento, la incertidumbre, la especulación y la vergüenza ajena.

         Las primeras manifestaciones de resistencia a las retenciones, acompañadas de debates muy primarios y no mediáticos, se dieron a partir del año 2002/2003, Ello demuestra que en ningún momento los sujetos agrarios aceptaron la legitimidad de las retenciones. A partir de allí las cuatro organizaciones gremiales del ruralismo pampeano, acompañados por las instituciones del orden establecido de los agronegocios (AAPRESID, AACREA, Cámaras y Bolsas de Cereales, Cámaras de proveedores de agroinsumos, Procesadores de granos y oleaginosas y Exportadores), con sus discursos reproducidos generosamente por los suplementos agropecuarios de los grupos multimedia, fueron radicalizando su oposición a las retenciones (no pidiendo la rebaja de las mismas, sino su eliminación lisa y llana) y potenciando su reclamo no con palabras, sino con sucesivas medidas de fuerza durante los años 2005 a 2007. Cuando hacia fines de este último año, los precios de los commodities agrícolas treparon a precios nunca antes alcanzados y a propósito de la implementación de las retenciones móviles (que ya tenían vigencia para la captura de la renta petrolera, acerca de lo cual “el campo” nunca emitió opinión) se desataron los instintos lucrativos más crueles y la violencia ocupó el consabido escenario montado por la Mesa de Enlace.

Tras la historia más conocida por lo reciente y con dichas retenciones móviles sacadas de circulación por el voto “no positivo” del vicepresidente, se suma un nuevo problema producto del contexto internacional, la crisis del sistema financiero y con ella, el desconcierto de los “inversionistas” del campo financiero y las caídas de los precios del petróleo y los commodities agrícolas, como era el caso de la soja y el girasol que estaban sometidas al régimen de las Retenciones Móviles. En este nuevo escenario, se hizo evidente que la Res. 125 hubiera mejorado la rentabilidad de los principales commodities hoy en baja y entonces, lejos de acogernos a una situación de tranquila estabilidad, estamos en el epicentro de la misma tormenta con renovados vientos. Este nuevo ángulo de la confrontación, reclama, no solo la baja de las retenciones, sino también un incremento en el valor del dólar, para –una vez más- beneficiar a los sectores concentrados de la economía agropecuaria.

Ya en el año 2005, existió pensamiento crítico incorporado a la polémica por la vigencia de las retenciones. Profesionales que hoy forman parte del espacio Carta Abierta, supieron reivindicar a las retenciones como una herramienta de redistribución intersectorial y algunos, llegaron a reclamar otra hacia adentro del sector productor agropecuario, con el fin de corregir la incidencia de las mismas sobre las diferentes escalas de producción, entre otras cuestiones ([1]). Con esto quedó de manifiesto un apoyo crítico al sistema, resaltando la necesidad de introducir esa modificación, para evitar las consecuencias negativas que el mantenimiento de las mismas tal como fueron concebidas, provocaría, especialmente sobre la concentración de la propiedad y el uso de la tierra. Por razones diferentes, ni Federación Agraria ni el gobierno se hicieron eco de esa propuesta, mucho menos las grandes usinas del pensamiento neoliberal en la agroindustria, fueran ellos suplementos de los grandes medios escritos, Canal Rural de Cable o las diversas publicaciones de las organizaciones comerciales de ese orden establecido. En el mismo sentido de incluir equidad y justicia distributiva en la implementación del sistema de Retenciones, existe hoy un conjunto de ideas en debate, que ante la continuidad de la confrontación, busca una salida razonable, equitativa y justa del conflicto.

Abordado el crítico tema coyuntural, debemos decir que éste, solo es el emergente más visible de la compleja problemática económico-social agropecuaria, que existe y perniciosamente persiste en el país. ([2])

II. Hacia un ABORDAJE TOTALIZADOR:

La carencia de un abordaje integral del modelo de producción agropecuario nacional, resultó en la existencia de un modelo determinado casi exclusivamente por las decisiones “del mercado”, que no encontró en la intervención del Estado la capacidad de acotarlo y organizarlo sobre principios de mayor racionalidad y razonabilidad económica, social y ambiental. Todo ello, impide una reformulación del acto productivo, que consagre una revalorización de lo rural en tanto espacio de vida y trabajo, complejo y diverso, provisto de un potencial económico, social y cultural, que debe ser desarrollado en pos de un modelo inclusivo y justo.

Un modelo que mire más allá de la soja y sepa ver el núcleo duro del problema: la insustentabilidad económica, social y biológica del modelo productivo no diversificado; que pueda ver más allá de los límites geográficos de la pampa húmeda y que trascienda los límites sociales de los productores rurales de la misma geografía, grandes privilegiados –aún considerados los pequeños y medianos hoy transformados en rentistas insustentables-.

Inevitablemente, tal modelo debe garantizar la seguridad y soberanía alimentaria de la población y formularse desde un cambio fundamental en la concepción del acto productivo; reconfigurando el mismo desde una visión sistemática, que potencie el proceso organizador de la producción, por sobre la insustentable determinación meramente productivista que, prioriza la incorporación irracional de insumos, en beneficio exclusivo de la concepción mercantilista del sistema.

Entendemos así, el sendero de recuperación de los sectores marginales de la producción extrapampeana –aunque también la intrapampeana-, carentes de tierra, de capital operativo, de accesos a tecnologías de producción y de gestión, pero portadores en tanto sujetos, de un capital cultural poblado de historia y saberes especializados, que por la extensión de nuestra geografía y la dispersión de nuestra población, no pueden carecer de la atención del Estado si queremos preservar la Nación.

 

UNIVERSIDAD POPULAR MADRES DE PLAZA DE MAYO

II ENCUENTRO NACIONAL E INTERNACIONAL

“Economía política y Derechos Humanos”

“Ciencia y conciencia”

La Economía al servicio de los pueblos.

Bs.As., 16 al 18 de octubre de 2008

 


[1] Propuesta actualizada al 1-Ago-2008 en www.alteragro.org.ar

[2] Una valiosa fuente de información aunque sin total actualización estadística, pero conceptualmente de primer nivel, para dar consistencia a la complejidad señalada es el trabajo del Prof. Dr. Ing.Agr. Walter A. Pengue -Universidad de Buenos Aires - www.gepama.com.ar/pengue que puede consultarse en. www.EcoPortal.net

Dirección de mail  economia.carta.abierta@gmail.com

Blog: www.comision-economia.com.ar

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