Comisión de Economía Carta abierta Buenos Aires

3Nov/120

UNA ROTUNDA CONFIRMACION DE LOS AVANCES SOCIALES EN LA ARGENTINA CONTEMPORANEA

Por Alejandro Rofman

Desde hace unos días circula por la vía del correo electrónico un documento firmado por la Comisión de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) que representa a los trabajadores afiliados a ese sindicato en el INDEC Dicho sector laboral incluye notorios y reconocidos integrantes de las anteriores conducciones del INDEC hasta su reemplazo en el mes de enero de 2007, cuando asumieron las actuales autoridades de la institución, a las que está enfrentada. El documento se denomina: “La manipulación de datos en el INDEC. Impacto en la medición de pobreza e indigencia- 2º. Semestre de 2011” y fue publicado en el mes de setiembre del corriente año.
Como se advierte por el título de la publicación, ésta cuestiona duramente la información disponible, elaborada por el instituto estatal, relativa a los datos básicos de la situación social, que se puede apreciar a través de los índices de pobreza e indigencia.
Como afirma el texto que los datos oficiales actuales “… dejaron de ser confiables”, sus autores resolvieron elaborar unos nuevos indicadores de pobreza e indigencia para el total de los 31 aglomerados del país variando la fuente informativa de los precios de los bienes y servicios que utiliza el INDEC. Dado que la Canasta Básica Total- que se usa para el cálculo de la línea de la pobreza- y la Canasta Básica Alimentaria- que sirve para determinar la línea de la indigencia - se estima con precios relevados por la institución pública pero de los cuales la Comisión Técnica de ATE-INDEC descree, este sector laboral escogió otro conjunto de precios alternativo. Para ello, en el proceso de preparación de los datos de las respectivas Canastas Básicas, se utilizaron los precios al consumidor de la ciudad de Rosario, relevados por el IPEC, instituto provincial de estadísticas del gobierno de la provincia de Santa Fe.
Contando con es información que para lo autores del estudio era más confiable que la del INDEC nacional se recalcularon los índices de pobreza e indigencia para los 31 aglomerados de la Encuesta permanente de Hogares del segundo semestre del año 2011.
El resultado fue el siguiente: el índice de Pobreza para dicho segundo semestre del año 2011 fue, en cantidad de personas, el 18,2 % del total de los habitantes de los 31 aglomerados citados y en hogares el 12,9 % Con respecto a la indigencia, la cantidad de habitantes de los citados aglomerados urbanos encuadrados en esa categoría de privación social fue del 4,0 % y en hogares alcanzó al 3,2 %
Por supuesto estos datos difieren sensiblemente de los anunciados por el INDEC para el mismo periodo. No abrimos juicio sobre cuales son realmente válidos y legítimos y cuales no ofrecen certeza de que reflejan la realidad social del país. Es un debate arduo, difícil de efectuar más aún porque carecemos de los elementos necesarios para llevarlo adelante. Pero, además, no es nuestra intención entrar en esa polémica sino dar cuenta de otra cuestión que nos parece central.
Lo que realmente nos interesa es tomar nota de los índices elaborados por el informe ATE-INDEC y cotejarlos con los que se anunciaron para el año 2003 y para el año 2006, que los autores del estudio aceptan como correctos, pues se llevaron adelante antes de la designación de nuevas autoridades del INDEC a principios del año 2007. Así, recorriendo la los datos de los 9 años que median entre el 2002 y el 2011,llegamos a esta conclusión, refiriéndonos solamente al índice de hogares bajo ambas líneas de privación social :en octubre del 2002 los hogares bajo la línea de la pobreza alcanzaban al 41,4 % del total nacional; en el segundo semestre del 2006 ya había descendido este índice al 19,2 % y, como ya se dijo, se redujo en el segundo semestre del 2011- según la metodología del ATE-.INDEC, a sólo el 12,9 % ,también del total nacional. O sea que el último y más reciente dato( segundo semestre del 2001) la pobreza se redujo en un 68,7 % en comparación al dato del 2002. Si se hace el mismo cálculo, esta vez con el índice de indigencia, éste alcanzó, en el relevamiento de octubre del 2002, el 18 % de los hogares de todo el país, en el segundo semestre del 2006 cayó al 6,3 % del mismo dato nacional y en el segundo semestre del 2011, como ya se hizo referencia previamente, se derrumbó al 3,2 “de los hogares relevados en los 31 aglomerados de nuestro país. La reducción del índice respectivo entre el 2002 y el 2011, en relación a la indigencia en hogares fue de nada menos que del 82,2 %
Como se puede advertir si escogemos el método utilizado por el grupo de estudio enrolado en una posición francamente opuesta a la conducción del INDEC y del gobierno nacional es rotunda la mejoría de la situación social del país (relevada a través de la encuesta permanente de hogares urbanos) entre el inicio del proceso de crecimiento con inclusión social, luego del abandono de la estrategia de la Convertibilidad, y la actualidad. Estos datos, como los que ya consignara en un análisis anterior (ver: Alejandro Rofman. Los grandes avances de la realidad social argentina en la etapa iniciada en el año 2003, Buenos Aires, octubre de 2012 ), son irrefutables y deberían cerrar definitivamente toda polémica acerca de la virtuosidad de la política económica y social del gobierno de los Kirchner
Pero hay algo más. Si acudimos a similares o cercanos datos desde el punto de vista temporal de los demás países de América Latina, conocidos a través de un reciente informe de la CEPAL, podemos advertir que en todos los casos analizados (Brasil, Uruguay, Venezuela, Costa Rica y Colombia) el cotejo entre el año 2002 y los más cercanos disponibles (2009, 2010-2011 según los casos) logran exhibir disminuciones en la pobreza y la indigencia en porcentajes muy inferiores a los de la Argentina. Para no recargar el texto con demasiados índices daremos cuenta solamente del promedio de toda América latina en este caso escogiendo a las personas y no los hogares aunque los porcentajes casi no difieren entre una y otra variable de análisis. Según la CEPAL, en el 2002 había en todo el continente, el 43,9 % de pobres y el 19,3 % de indigentes. En el año 2011 sobre datos de 18 países de la Región latinoamericana los porcentuales bajaron a 30,4 % de pobres y 12,8 de indigentes. O sea una reducción del 30,7 % en el porcentual de pobres y del 34,7 % en el porcentual de indigentes
La caída para todo el continente fue menos de la mitad que la que exhibieron los datos de nuestro país aún con bases estadísticas altamente desfavorables para la información que maneja el gobierno nacional
Es, entonces, una vez más totalmente evidente el exitoso derrotero de nuestra política económica y social en comparación a lo que sucedió, en similar tramo de nuestra reciente historia, en el conjunto de la Región latinoamericana.

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