“Comprender, a diferencia del tener información correcta y del conocimiento científico, es un proceso complicado que nunca produce resultados inequívocos. Es una actividad sin fin, en constante cambio y variación, a través de la cual aceptamos la realidad y nos reconciliamos, con ella, es decir, tratamos de estar en casa en el mundo”.
Hannah Arendt
“La soberanía, finalmente, también puede ser totalitaria en el caso extremo en que implica una concentración total del poder; pero también profundamente democrática, si implica un poder articulador y no determinante, esto es, cuando “otorga poder” a los desvalidos. En este caso, como ya hemos señalado, la soberanía debería concebirse como hegemonía”
Ernesto Laclau, “Debates y combates”
“En nuestros tiempos, la gran pregunta no es “¿qué hace falta hacer?”, sino “¿quién puede hacerlo?”. En la actualidad hay una creciente separación, que se acerca de forma alarmante al divorcio, entre poder y política, los dos socios aparentemente inseparables que durante los dos últimos siglos residieron –o creyeron y exigieron residir- en el estado nación territorial. Esta separación ya derivó en el desajuste entre las instituciones del poder y las de la política, dejando a la política oculta [… cuya] pérdida de relevancia […] redunda en el desgaste del interés de los ciudadanos por la política institucionalizada y en la extendida tendencia a reemplazarla con una política de “flotación libre”, notable por su carácter expeditivo, pero también por su cortoplacismo, reducción a un único tema, fragilidad.”
Zigmunt Bauman: “El estado benefactor volvió para los ricos”.
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