Comisión de Economía Carta abierta Buenos Aires

1Ene/130

Una lección simple de historia económica
Por Alejandro Rofman

Recientemente viaje a Mendoza para participar en una Mesa Redonda sobre Desarrollo Económico y Procesos Regionales en la Argentina. Al término de mi actividad desarrollada en la ciudad de Rivadavia, me trasladé a San Rafael, más al sur, ciudad que no conocía para recorrerla durante tres días.
En el segundo de los días de mi estadía en esa pujante ciudad decidimos conocer el cañón o cajón del río Atuel en base a sugerencias de la Dirección de Turismo local. Así fue como contratamos un viaje en una excursión colectiva de todo el día, que contó con la presencia de un guía recibido en un terciario localizado en dicha aglomeración urbana y que nos suministró amplia y muy rica información a través de todo el viaje, de más de 8 horas de duración.
Este comentario se relaciona con el desarrollo histórico de las represas hidroeléctrica( cuatro en total) que se suceden en el recorrido del río citado mientras se desplaza en el fondo de un inmenso cañón, con muy elevadas paredes a ambos lados del curso de agua, lo que obliga a descender a varios cientos de metros desde el valle cercano, situado a menos de 100 km de San Rafael. Estas represas fueron construídas por Agua y Energía Eléctrica, valiosa empresa estatal privatizada en la década de los 90, desde 1948 a 1968.
Además del impresionante espectáculo visual de transitar por una carretera aledaña al río y visitar las cuatro represas, se destaca lo espectacular de la ingeniería del proceso de construcción y funcionamiento de las citadas plantas de generación eléctrica, que hoy proporcionan energía al sistema integrado nacional. Como resultas de la presencia de energía a bajo costo dos plantas industriales de aleación de minerales de hierro y de carbonato de calcio se pusieron en marcha en la década de los 50. Fueron inversiones de capital nacional, una de un grupo económico mendocino y la otra de una firma rosarina.
Las plantas ubicadas en la villa del Nihuil convocaron a partir de su instalación a varios cientos de trabajadores de las poblaciones vecinas, que atraídos por el trabajo de las industrias y con muy buena remuneración, se asentaron en las cercanías de las plantas de hidroelectricidad, a la vera del enorme lago de la primera de las represas, que cuenta con un importante desarrollo turístico. Ambas manufacturas proveían de insumos básicos para procesos industriales altamente demandados en la etapa de sustitución de importaciones iniciada en la década de los 30.
Cuando se cierra este ciclo, y más específicamente, hacia los 90, las dos fábricas dejan de funcionar, dejando sin trabajo a más de 500 trabajadores y creando una situación social muy crítica en la zona dada la imposibilidad de que se puedan ubicar en otras actividades a un contingente tan numerosos de obreros industriales
Como resultas del cambio de política económica a inicios de la década pasada, se vuelve a generar un espacio propicio para que las dos plantas manufactureras reanuden su actividad. Ello se concreta a fines de la década pasada con una de ellas, que exigió una generalizada modernización de su acervo tecnológico mientras que la otra está en vísperas de reiniciar su proceso de producción, reincorporando a gran parte de los trabajadores que perdieron su ocupación en la etapa neoliberal.
Este relato, a cargo del guía que puede haber cometido alguna imprecisión en las fechas de los principales acontecimientos descriptos pero que marcó muy claramente el contraste entre un período de política económica y otro , fue muy ilustrativo. Permitió reconstruir la historia económica argentina con dos ejemplos del devenir industrial nacional, su capacidad de ocupar centenares de trabajadores en el período de aliento a su desarrollo integral y su fuerte caída cuando la apertura externa y la reducción de la demanda interna generó el cierre de tan importantes fuentes de trabajo. En el momento en que nuevamente se puso en marcha en el país una política económica de aliento a la producción nacional, resurgieron con renovado ímpetu estos dos emprendimientos marcando, en esa región argentina, un renacer de las oportunidades laborales para quienes habían quedado cesantes en la nefasta etapa anterior.
De resultas de un viaje turístico a una zona donde el Estado nacional había realizado significativas inversiones en generación de energía barata en una zona inhóspita y de la mano de un guía sensible a la realidad social quienes participamos del viaje al cañón del Atuel pudimos aprender una valiosa lección de historia económica argentina . Este ejemplo limitado pero altamente representativo del transcurrir del último medio siglo de la Argentina mostró enseñanzas irrefutables. La presencia del estado construyendo obras de infraestructura en un escenario de muy complicada configuración y el aporte de empresarios nacionales para industrializar el país tuvo momentos exitosos y afrontó, por el contrario, una singular derrota cuando el proyecto de desarrollo inclusivo se abandonó. Luego, políticas olvidadas hasta el 2003 ,permitieron el renacer de la esperanza y la satisfacción de las necesidades de muchos habitantes de nuestro país , de la mano otra vez de un proyecto de desarrollo con inclusión social, que posibilitó la recuperación de la dignidad de muchos a través del trabajo.

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